INSTITUTO DE INDOLOGÍA

DARJEELING Y SIKKIM

Juan Luis Salcedo

Sikkim y Darjeeling, tienen un significado especial para los alpinistas de todo el mundo. Las primeras exploraciones al Everest, partían de Calcuta, antigua capital del Raj inglés. Desde allí atravesaban la llanura gangética a lo largo de varias semanas hasta Shiliguri, un núcleo comercial importante en el cruce de caminos, donde los alpinistas y la larga caravana de acémilas que transportaba la impedimenta para la expedición, tomaban fuerzas para comenzar la ascensión hacia las montañas hasta Derjeeling y desde allí internarse en el Himalaya.

En Darjeeling a 2.135 metros de altitud, se reclutaba a los porteadores serpas que los iban a acompañar en la larga travesía a través de Sikkim y del Tibet, hasta llegar dando un largo rodeo por el norte a las laderas del mítico Everest.

Hasta principios del siglo XIX Darjeeling y Kalimpong pertenecieron al reino de Sikkim. En 1817, después de una guerra con Nepal en la que perdieron los sikimneses, Sikkim se vio obligado a ceder el derecho de que los británicos hicieran uso del emplazamiento como sanatorio, ya que habían ayudado a obtener un acuerdo de paz. En 1839 se construyó la carretera que le conectaba a Siliguri en la llanura. La llegada de los cultivadores de té y los trabajadores nepaleses que trabajaron en la carretera, transformaron económicamente toda la zona, lo que llevó a Gran Bretaña a imponer un tratado al gobierno de Sikkim en 1861, anexionándose Darjeeling y Kalimpong. Los vecinos tibetanos vieron en esta acción un peligro para sus intereses comerciales y se rebelaron, pero en 1904 los británicos enviaron al coronel Younghsband con tropas suficientes para derrotar al mal equipado ejército tibetano. El coronel Younglusband, conocedor de esta zona fue el primer explorador que dirigió dos expediciones de reconocimiento para encontrar la ruta del Everest, en 1.921 y 1923. Las siete expediciones siguientes dirigidas casi todas por militares británicos hasta 1938, recorrieron el mismo camino.

Darjeeling se convirtió en un enclave militar entre la frontera de Nepal y Sikkim que se iba transformando. El té de Assam y el té chino cultivado en sus laderas, producto de la hibridación con el que crecía salvaje en esas montañas, dio lugar al té más aromático delicado y suave que se conoce y por lo tanto el mas caro del mercado. Los británicos además de establecerse como cultivadores de té, también aprovechaban el suave clima de sus colinas en los meses más calurosos antes del monzón. Los funcionarios se trasladaban desde Calcuta con sus familias para aliviarse del riguroso clima bengalí, convirtiéndose en uno de los enclaves más remotos e interesantes para los viajeros del imperio. Actualmente, todavía se encuentran casas de estilo inglés, la iglesia St. Joseph`s y por supuesto los hoteles Windamere y New Elgin. El Windamere es un conjunto de construcciones victorianas donde vivían los ingenieros y capataces plantadores de té ingleses, hoy convertido en un delicioso hotel donde a las cinco en punto de la tarde se sirve el té. El New Elgin es de la misma época y recorrer sus salones y habitaciones, muchas de ellas con chimenea que encienden todas las tardes durante el invierno, permite transportarse a otra época.

Darjeeling, está situado a 2.134 metros de altitud, en una ladera de la cadena montañosa de Singalila, inmerso entre bosques y campos de té, se disfruta de una agradable tranquilidad.; el ambiente húmedo y balsámico, con todos los aromas que desprende la abigarrada vegetación, propicia recorridos interesante por montes de baja altitud; y podremos realizar excursiones que no defraudan, contemplando las esplendidas panorámicas, que nos depara el macizo del Kanchenjunga.

Darjeeling tiene muchos más alicientes. Caminatas hasta recorrer hasta siete monasterios budistas, así como templos hinduistas, permiten hacerse a la idea de lo que es el estado indio, diverso y respetuoso, un ejemplo para la mayoría de países, que exigen a sus ciudadanos uniformidad en las creencias y prácticas religiosas.

La ciudad se ha extendido por la ladera de la montaña a ambos lados, con un crecimiento un tanto anárquico, como ocurre en muchos pueblos de la India, dada la permisividad de las autoridades. Pero esto en contra de lo que pudiera parecer ante los ojos de los occidentales, le da un carácter entrañable, se puede pasear por sus calles subiendo o bajando de nivel, encontrando lugares y templos exquisitos muchos de ellos aislados del bullicio que parece rodear la ciudad, porque cuando se permanece en ella varios días, se encuentra el viajero en una ciudad tranquila que choca con su potente comercio, ya que es un lugar estratégico para el intercambio con el cercano estado de Sikkim y el Nepal.

La presión demográfica de los emigrantes nepaleses llevó a estos, después de la independencia a tensiones independentistas con movimientos y campañas desestabilizadoras, hasta que en 1990 el gobierno indio llegó a un acuerdo de autonomía que apaciguó al movimiento Gurkhaland, aunque como ocurre en otros países, los movimientos independentistas no son fáciles de conformar. El pueblo también tiene una importante presencia tibetana concentrados en lo que llaman un campo de refugiados pero que no se diferencia del resto de la población.

En este pueblo nació Tensing Norgay el primer serpa que ascendió al Everest y que tiene fundada una escuela de escalada para los indios donde se encuentra el museo del Everest.

Siguiendo con los alpinistas y el Everest, la columna de porteadores se ponía de nuevo en marcha descendiendo en dos jornadas hasta Kalimpong a 900 metros sobre el nivel del mar, con una climatología tropical y desde allí hacia el nordeste entraban en el reino de Sikkim, aquí los guías nepaleses se movían como en casa ya que las tres cuartas partes de la población es de ese origen, emigrados en el siglo XIX para trabajar en las infraestructuras y en la agricultura, aprovechando la escasa población de Lepchas, comenzaron a colonizar los valles menos productivos y a talar los bosques de las laderas de las colinas para buscarse un sustento que su país, mucho más poblado no les podía ofrecer.

La expedición de Bruce cruzó el río Rangpo a la altura de la población del mismo nombre y siguieron hasta Rangli. El Coronel Howard Bury describe el territorio que cruzaban como un inmenso jardín donde las flores trepan hasta por los troncos de los árboles, y se ajustaba perfectamente a lo que hoy podemos contemplar ya que en Sikkim crecen cuatro mil especies de plantas, que en estricta lógica deberían ocupar un territorio mucho más extenso, pero que aquí crecen naturalmente debido a las peculiares condiciones climáticas y geográficas de la zona.

En Rongli acamparon y al día siguiente comenzaron el ascenso por vertientes escarpadas hasta cruzar la frontera por el collado Jelep de 4.388 metros y continuar por el valle de Chumbi ya en el Tibet. Los expedicionarios no pudieron disfrutar de los antiguos monasterios que nutren la atormentada orografía de Sikkim, porque el territorio que cruzaban estaba muy poco poblado y aún hoy continua así.

Sikkim es un reino incrustado en la cordillera del Himalaya, hasta finales del siglo XVIII, Sikkim fue un principado vasallo del Tíbet. Después de un apacible reinado, se vió convulsionado en el siglo XIX y XX por las presiones políticas con sus vecinos, finalmente se unió en 1975 a la India y constituye el estado número veintidós. Está situado entre Nepal, Tíbet y Buthán y limita al sur con el distrito indio de Darjeeling. Tiene una población de unos trescientos mil habitantes. El setenta y cinco por ciento de origen nepalés, siendo este idioma la lengua franca y dominando esta etnia social y políticamente el país. Los lepchas, sus antiguos gobernantes no llegan al veinte por ciento de la población, el resto son bhotias y limbus de origen tibetano.

Para los alpinistas Sikkim es el Kanchenjunga que con sus 8.598metros es el tercer pico más alto del planeta, sin descartar el Talung de 7.353 metros y el Kabru con 7.353, hasta ahora unos objetivos poco visitados en comparación con las montañas del vecino Nepal. Pero cuando nos acercamos a este delicioso país encontramos mucho más, a parte de su pujante naturaleza que cubre todos los estratos botánicos, desde los tropicales hasta la alta montaña, nos encontramos con unos monasterios budistas que aparecen situados en lo alto de las colinas, que parecen fruto del más osado director de cine, para realizar una película de fantasía. Y es que en Sikkim con doscientos monasterios, tiene la media de monjes por habitante más altas del planeta, todavía es norma en las familias enviar al segundo de sus hijos a un monasterio de novicio, aunque no todos profesen como monjes.

Para desplazarse por las carreteras de Sikkim hace falta un poco de paciencia, no es posible superar la media de treinta kilómetros por hora, quizás menos, sus rutas salvan un barranco detrás de otro subiendo y bajando por laderas con miles de curvas, no es fácil encontrar una recta de más de cien metros, sorprende que se haya conseguido esta red de carreteras bien conservadas y es que el gobierno indio cuando anexionó el país envió al ejército a construirlas para poder defenderlo frente a China y dedica un fuerte presupuesto en el mantenimiento que da trabajo a los lugareños, y se nota. También se quiere mantener un crecimiento sostenible y ser un país líder en la ecología, de momento están prohibidas las bolsas de plástico y la tala de bosques está muy restringida.

La capital Gantok situada en una colina, tiene unos 12.000 habitantes. La economía está basada en la agricultura, los valles de clima tropical son muy fértiles. Los bosques cubren un tercio de la superficie total del país.

Si se encuentra uno en Darjeeling y no se dispone de mucho tiempo para viajar por el interior, se puede hacer una idea del país visitando los monasterios de Permayangtse, el más importante desde un punto de vista histórico que alberga un extraordinario mandala de madera que representa el palacio celestial del gurú Rimpoche. El cercano de Sanga Choling uno de los gompas más antiguos de Sikkim, en lo alto de un cerro a cuatro kilómetros del pueblecito de Pelling. Y por último el de Tashiding en otra colina como los anteriores, construido en 1.717 es un monasterio importante y activo rodeado banderas de oración y de chorten. Finalmente si uno quiere volver enamorado de los bosques y de los lugares mágicos que existen en Sikkim, podemos despedirnos visitando el lago sagrado de Khechopari conocido como el lago de los deseos, rodeado por densos bosques y oculto en una cuenca montañosa a dos mil metros de altitud. El lago azul rodeado del verdor exuberante de la vegetación donde cuelgan centenares de banderas multicolores de oración, transmite una tranquilidad inigualable, el sonido aislado de una campana, nos vuelve a la realidad y somos conscientes de que tenemos que regresar, pero no conozco a nadie que encontrándose en el lago no se haga el propósito de regresar a Sikkim con más tiempo a disfrutar de la “patria alegre” como lo llamaron sus primitivos habitantes.

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