INSTITUTO DE INDOLOGÍA

 

Discurso del Dr. D. Rafael Iruzubieta Fernández en el acto celebrado en la Universidad Jawaharlal Nehru el día 20 de febrero de 2010 en memoria del profesor D. Antonio Binimelis



Excelentísimo Sr. Embajador de Brasil en la India, Ilustrísimo Sr. D. Oscar Pujol, director del Instituto Cervantes, Ilustrísimo Sr. Decano de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nehru, Autoridades académicas y diplomáticas, Profesores, alumnos, señoras y señores:

Me complace dirigirme a ustedes una vez más en este tan noble acto académico con la voz del Profesor Dhingra. Tenía previsto asistir, pero un acontecimiento excepcional ha determinado la demora de mi viaje a la
India hasta el próximo mes de marzo, con ocasión del solemne acto de entrega de los premios “Padma” de este año por la Excma. Sra. Presidenta de la India.

He tenido el honor de ser uno de los premiados, el primer español en la historia de los “Padma”, lo que me enorgullece doblemente. Expreso mi reconocimiento por la concesión del premio a la Sra. Presidenta de la Nación. Vaya también mi agradecimiento al Sr. Vicecanciller de esta Universidad, Profesor Battacharya, que propuso la concesión del premio, y a los Ilustres Catedráticos que lo han apoyado, en especial a los profesores Shyam Ganguly y Anil Dhingra.

Como ustedes saben, llevo 40 años vinculado a la India a través de esta Universidad y gracias a mi amistad con el profesor Antonio Binimelis, gran impulsor del Centro de Estudios de Español y maestro de varias generaciones de estudiantes y profesores. De su mano llegaron a España muchos alumnos de español, hoy Ilustres profesores de nuestro Centro, cuya cita omito por su extensión. Todos ellos saben que están en mi pensamiento y en mi corazón, con nombres y apellidos.

Durante todo este tiempo mi cultura y mi formación humanística se han enriquecido con la sabiduría de la India, con la amistad de sus gentes y con mi relación con esta gran Universidad Nehru, catalogada como una de las más importantes del mundo, especialmente en Humanidades. He de señalar también el honor que ha supuesto para mí el trato y la amistad con los Diplomáticos de la India en España, con especial mención hoy de la Embajadora Dña. Sujata Mehta, a quien he de agradecer el afecto que nos dispensa a mi familia y a mí. Ese acervo de relaciones fraternas me permite decir con orgullo que la India es para mi familia y para mí nuestro segundo país. El premio “Padma” es un broche de oro que sella nuestra simbólica condición de nacionales de la India, que para nosotros linda con España sin fronteras ni visados.

Como jurista que soy, mi admiración por la India está muy vinculada a su democracia, la mayor del mundo, a cuyo estudio he dedicado mucho tiempo. El pasado día 26 de enero se celebró el día de la República y, como siempre, leí con atención el discurso de la Excma. Sra. Presidenta de la Nación, que este año ha dedicado su primera parte a la Constitución de la India. Comienza por recordar el discurso de Mahatma Gandhi al inicio del movimiento “Quit India”, cuando dijo que “el poder, cuando llegue, pertenecerá al pueblo de la India”, poniendo de relieve que el deseo de Gandhi se cumplió a través de las primeras palabras de la Constitución (“nosotros, el pueblo de la India”). Resalta la Sra. Presidenta que la democracia es el imperio de la Ley y el imperio de la razón y que incumbe a cada ciudadano del país defender y mantener los valores de la Constitución como factores esenciales para impulsar el crecimiento de la India.

Palabras muy acertadas, a las que me sumo, añadiendo la gran categoría de la Constitución de la India que, como también recuerda la Sra. Presidenta, se redactó tras minuciosas deliberaciones. La Constitución es una obra de artesanía jurídica. A lo largo de sus 395 artículos y sus anexos lleva a cabo una ingente labor en pro de los derechos del hombre y de la convivencia política. En la parte dogmática desarrolla con minuciosidad la tabla de garantías y derechos de los ciudadanos, introduciendo con valentía la llamada discriminación positiva a favor de las mujeres y de las castas más desprotegidas. En la parte orgánica, muy compleja, regula los órganos del Estado Central y su entramado de relaciones y competencias con los Estados federados integrados en el Estado Indio, con mayúsculas, que es el soporte jurídico de esta noble nación.

Como también resalta el discurso de la Sra. Presidenta, la India es la cuarta potencia económica del mundo. Esta circunstancia se materializó, por citar un ejemplo reciente, en la cumbre sobre el cambio climático celebrado en Copenhague. La ponencia final se decidió entre los Presidentes de Estados Unidos, India, China y Brasil. La Unión Europea (y lo digo con pesar) contó muy poco. Es una señal de aviso para los europeos, que quizás no hemos sabido valorar suficientemente la importancia de esos países.

España ha sabido reconocer la gran importancia que la India tiene en el mundo. En abril del pasado año mi país tuvo el honor de recibir a la Sra. Presidenta de la India, firmando acuerdos que ponen de manifiesto la excelente relación que existe entre ambos países. En esa relación tienen un papel relevante nuestro Embajador, Ion de la Riva, y el Director del Instituto Cervantes en Delhi, D. Oscar Pujol, dos personalidades muy conocedoras de la India que se han ocupado con especial dedicación y competencia a estrechar los vínculos entre ambos países. El Instituto Cervantes está realizando en la India un excelente trabajo para divulgar nuestra lengua y nuestra cultura. India y España están hermanadas por las palabras. El español es una lengua indoeuropea vinculada con el sánscrito y el hindi. Quienes trabajan con las palabras en hindi y en español están aproximando las culturas de nuestras dos naciones. Esa es la labor que desarrollan el Instituto Cervantes, el Centro de Estudios de Español de esta Universidad y los demás Centros universitarios que se dedican en la India al estudio y enseñanza de nuestro idioma. A todos, sin excepción, mi agradecimiento como español.

Bueno es recordar que el valor económico del español (que no es desdeñable para el futuro laboral de nuestros estudiantes) asciende a unos 224.000 millones de euros al año. Es decir, prácticamente lo mismo que valen en bolsa Google y JP Morgan juntos. Pero nuestro idioma no tiene aún el peso político y cultural que merece, como demuestra su escasa presencia en Internet. Por su parte, el hindi goza de evidente vigor en la India como lengua común que habla aproximadamente el 40% de la población. El conocimiento del hindi y del español es una valiosísima herramienta de trabajo que asegura el porvenir laboral de quienes conocen ambos idiomas, sobre todo en el ámbito empresarial, lo que debe constituir un incentivo para nuestros estudiantes.

Por último, vaya mi cordial enhorabuena para Shweta Sahay, Swagata Basu y Sapna Priya, que han obtenido los premios de este año. Les deseo mucho éxito en su vida profesional.

Señoras, señores, he agotado su paciencia y la de mi lector y termino con la emoción en los labios: nada vale más que la amistad; nada vale tanto para mí como el honor que la India y ustedes me han dispensado. Muchas gracias.

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