INSTITUTO DE INDOLOGÍA

 

EL EMPERADOR ASHOKA, PRECURSOR DEL CONCEPTO DE PRESERVACIÓN

Neera

Los programas actuales de preservación en la India, así como sus insuficiencias, indican que necesitan enunciarse en armonía con las necesidades de la sociedad. Es sorprendente que en esta época nuclear todavía estemos luchando por buscar una solución adecuada para aprovechamiento de nuestra biodiversidad, mientras que Ashoka el Grande reconoció la necesidad de sus tiempos tal como quedó reflejado en sus decretos, escritos por primera vez, sobre la preservación (257-56 a. de C.). Virtualmente hace 2200 años existió en la India el concepto de preservación de lodos los aspectos de la naturaleza.

         Es bien sabido que los edictos de Ashoka reflejan los aspectos religiosos y culturales de sus tiempos y su estudio arroja luz sobre la antiquísima ética de la protección y la no violencia. Un edicto de este tipo existe en las estribaciones de la montaña Girnar, ubicada en la vecindad de Junagarh, una antigua ciudad del estado indio de Gujarat. Esta roca de granito que mide 20 x 30 pulgadas es muy similar a las grandes piedras que se encontraron esparcidas en el área, pero los signos inscritos la transformaron en un libro.

         Este edicto, dividido en catorce edictos, aborda no sólo las cuestiones de preservación sino también el tema del desarrollo general la sociedad. Antes de que Ashoka asumiera el poder, los reyes y nobles Maurya participaban en las ceremoniosas cazas reales. El antepasado de Ashoka, Chandragupta Maurya, se dice que emprendía estas cazas asistido por guardaespaldas femeninas bien armadas. La lucha entre animales y las carreras de bueyes eran otros pasatiempos reales de tipo común. Las fiestas en las casas reales necesitaban que se mataran a centenares o incluso miles de animales para la preparación de la comida. Si no fuese por las medidas de preservación adoptadas por Ashoka el Grande, muchas especies prodigiosas de animales y plantas se hubieran extinguido.

         En el primer edicto, Ashoka reconoce la falta inherente en tales reuniones sociales y anuncia que no se celebrarán estas reuniones y no se matará a ningún animal en el futuro. A la hora de escribir este edicto, sólo se mataron tres animales (dos pavos reales y un ciervo) para preparar la comida en el palacio. El cuarto edicto afirma que se salva cada vez mayor número de animales, lo cual indica que Ashoka logró tener éxito en motivar al pueblo con tales ejemplos.

         El concepto promocionado en los edictos es muy similar al concepto moderno de zonas totalmente protegidas. Ashoka creía que todas las criaturas vivientes incluso los hombres, los animales, los dioses y los demonios constituían eslabones de la cadena interminable de la existencia y por eso había que prestar igual importancia a todos los seres humanos así como a los animales de poco valor en la tierra. El segundo edicto ofrece indicaciones sobre la asistencia veterinaria, la plantación de árboles y la importancia de  las hierbas de las que se disponía para el tratamiento de hombres y animales. La Casa Real, finalmente, se convirtió en vegetariana y se dejaron de matar animales. Se abolió la espectacular caza real y algunas veces, se podía observar el espectáculo absurdo en que se mataba al hombre por haber matado a un animal.  

         Ashoka mencionó en sus edictos las especies protegidas. Es difícil identificar a todas las especies y son abundantes los ejemplos interesantes. Una especie de este tipo probablemente es el bermejizo. Todavía se cree en muchas panes de la India rural que semillas de la fruta que come el bermejizo, si caen al suelo crecen enérgicamente, y el primer brote de fruta en el huerto se deja para los bermejizos. La mención del bermejizo por parte de Ashoka en la lista de las especies protegidas indica que su rol en la polinización de las flores y la dispersión de las semillas se conocía en los tiempos antiguos. Además, otra especie protegida era el comejón o el termite. Aunque parezca extraño, el rol ecológico desempeñado por el comejón en las áreas secas del subcontinente indio no se puede pasar por alto: ellos reciclan los troncos y las ramas caídos en los bosques al convertirlos en suelo de nuevo.

         Los edictos de Ashoka también declararon que el pez será protegido al menos durante 56 días al año. Los bosques de elefantes protegidos, mencionados en los edictos, existían aun antes de los tiempos de Ashoka. El Arthashastra de Kautilya menciona un bosque de este tipo, con un encargado responsable de vigilar a los elefantes salvajes y también de cuidar a los elefantes domesticados.

         Estos estrictos mandatos de Ashoka constituyen una revelación y ponen de relieve el hecho de que incluso la antigua sociedad india era consciente de la importancia de un medio ambiente sano. La profundidad de la preocupación por la comprensión del fenómeno de la naturaleza queda reflejada en la protección ofrecida al termite más pequeño y al elefante más poderoso. Las normas de preservación prescritas por Ashoka en sus edictos son un mensaje para las generaciones venideras ya que predican la paz en la tierra y la buena voluntad para con los hombres.

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