INSTITUTO DE INDOLOGÍA

URDU: LA LENGUA DEL AMOR Y DE LA TOLERANCIA

K.K. Khullar

 

 

El urdu, un símbolo de la herencia común de la India y de su cultura sintética, es una lengua de buena voluntad y concordia. Nacida en un ambiente de tolerancia, su contribución al desarrollo del carácter de la India es inestimable y el papel que desempeñó durante nuestra lucha por la independencia, único. En la India de la post-independencia, no sólo ha sido un reflejo del triunfo de los tiempos, sino también de sus alegrías y tristezas.

El urdu es la lengua más joven de todas las lenguas modernas de la India y la sexta más importante con relación al número de hablantes y, desde el punto de vista numérico, va después del hindi, bengalí, marathi, tamil y telugu. La hablan y entienden una sección representativa de gentes de todo el país; ha sido el vehículo del pensamiento secular, de la integración nacional y unidad nacional durante mucho tiempo y desempeñó un papel vital en la lucha por la independencia.

Inquilab zindabad (Viva la revolución) fue un slogan urdu que resonó en todo el país y llegó a ser el grito de combate de los que luchaban por la independencia. El famoso pareado del poeta urdu, Ram Prasad Bismil, Sarfaroshi ki tamanna / ab humare dil main hai (El deseo de dar la vida por nuestro país es profundamente intenso) se convirtió en la consigna de los que luchaban por la libertad cuando iban a besar la horca. Para estos mártires era la lengua de la Revolución, la lengua de Ashfaqullah, Bhagat Singh y Chandershekhar Azad.

El urdu también se ha asociado con los fundadores de la India moderna: Mahatma Gandhi enseñó urdu en la escuela primaria que fundó para los niños de la India en el asentamiento de Phoenix en 1904 en Sudáfrica, mientras que el Pandit Jawaharlal Nehru enseñó urdu a sus compañeros de prisión de Naini, cerca de Allahabad.

El Apéndice VIII de la Constitución de la India incluye veintiuna lenguas importantes de la india. La Sahitya Akademi (Academia Nacional de Letras) ha reconocido 22 lenguas, incluido el urdu, para la concesión del premio anual de literatura. El urdu es la primera lengua oficial en el estado de Jammu y Kashmir y la segunda lengua oficial en los estados de Andhra Pradesh, Bihar y Uttar Pradesh. Una serie de universidades de la India también han creado departamentos de urdu para la enseñanza e investigación de la lengua.

También se ha abierto recientemente una universidad de urdu en Hyderabad. Organizaciones tanto voluntarias como no gubernamentales, tales corno Anjuman-e-Taraqui-i-Urdu-i-Hind (Nueva Delhi), Anjuman-i-Islam (Maharashtra), Al-Ameen Educartion Society (Karnataka) y Jamia Hamdard (Nueva Delhi) están realizando una importante contribución en la expansión del urdu. El National Coundifor Promotion of Urdu Language  (Consejo Nacional para la Promoción de la lengua urdu) está preparando la publicación de libros de texto para escolares y estudiantes de universidad de varias disciplinas. En la actualidad, hay unos 50 centros de kitabat (caligrafía) en urdu. Se publican cerca de 700 revistas y diarios en urdu en todo el país, En 1947 había 90 diarios en urdu, mientras que en la actualidad hay más de 500, estando sólo por delante los publicados en inglés y hindi. Hind Samachar, un diario en urdu publicado en Jalandhar, Punjab, es el de tirada más grande (más de medio millón de ejemplares).

El urdu, como otras lenguas de la India es totalmente indo aria; sus orígenes se pueden encontrar en el sánscrito. Aproximadamente el 80 por ciento de su vocabulario es de origen sánscrito. En The Discovery of India, Nehru escribió: «Es difícil decir muchas veces si una palabra es de origen persa o sánscrito, porque la raíz de las palabras es parecida en las dos lenguas». Todos los verbos en urdu son de origen sánscrito. Según los lexicógrafos, sólo el 25 por ciento aproximadamente de las palabras en urdu tienen origen árabe o persa. Varios poetas que escriben poesía en urdu, lo hacen en metros hindi.

La misma palabra ‘urdu’ es de origen turco y significa «ejército» o «campamento». La palabra inglesa ‘horde’ (horda) que significa ‘lashkar’ también está relacionada con ella. Gradualmente, comenzaron a llamarla ‘orde’ y, después ‘urdu’. El famoso poeta Mir Taqi Mir la utilizó por vez primera en la antología Nikat ush shaura. Gilchrist, el erudito escocés utilizó el término con el significado de una lengua en su Gramática (1796). Con el paso del tiempo, la palabra ‘zaban’ dejó de utilizarse en la expresión zaban-e-Urdu (lengua del ejército) o zaban-e-urdu-e-mulla (lengua del campamento real).

Graham Bailey, en su libro A History of Urdu Literature hace un vivo retrato del proceso de asimilación y cambio por el que nació el urdu. Dice: «Podemos imaginar lo que sucedió: los soldados y la gente se relacionaban a diario y necesitaban una lengua común que tenía que ser bien el persa o el antiguo punjabi y debido a la mayoría aplastante de civiles, su lengua fue la elegida a expensas de la otra». Durante algún tiempo, los soldados continuaron hablando en persa entre ellos y la lengua local vernácula con los habitantes del país, pero, al final, el persa desapareció. Fue un largo proceso mientras el persa continuaba siendo la lengua de la corte, primero en Labore y después en Delhi, durante cientos de años después de haber dejado de ser hablada normalmente en el ejército.

En 1326, Mohammad Tughlak invadió el sur de la India y fundó Daulatabad. Malik Kafur llegó con su ejército hasta Madurai. La lengua de las tropas invasoras era el urdu, mientras que la gente de la zona hablaba marathi, telugu y kannarese. El resultado de esta mezcla fue dakhani o dakhani-urdu.

Hay historiadores que piensan que fue Amir Khusro el que usó por vez primera la palabra ‘rekhta’ para simbolizar la armonía de las melodías en hindi y en farsi (persa). Mirza Ghalib también había usado la palabra ‘rekhta’ para su poesía en urdu. Otros nombres en boga para indicar urdu en el siglo XIX eran hindi, hindavi y hindustani. Shaikh Bahauddin Bajan que murió en 1506 d. de C. habla de zaban-e-Delhvi, mientras que Sab Ras de Vajhi en 1634 se refiere al urdu como zuban-e-Hindustan. Por ello, a los tres siglos, la lengua de Delhi se describía como la lengua de la India. En 1791, el Sagrado Corán fue traducido al urdu por Shan Abdul Qadir, hijo de Shah Waliullah. En la «Introducción» de la traducción al urdu, Shah Abdul Qadir hizo constar que traducía el Corán no en rekhta, sino en hindi. De esta forma, la fortuna de la lengua persa cayó con el declive del imperio mogol que también coincidió con el crecimiento del urdu conocido con diferentes nombres dependiendo de la zona.

En una carta fechada el 9 de diciembre de 1841, dirigida al famoso erudito francés de urdu, el Dr. Bontros, el director del Delhi Collcge dice: «El hindustani (urdu) ha adquirido mucha importancia en un corto periodo de tiempo cosa que no había ocurrido antes. Se ha convertido en la lengua oficial desde Bihar a las provincias occidentales, es decir desde Rajmahal a Hardwar; lo cual se debe entender como en toda la India. Por lo menos la utilizan cuarenta millones de personas como lengua hablada. Ahora el gobierno británico la ha introducido en juzgados y asuntos oficiales.»

Durante el apogeo de los británicos, aunque las sentencias se pronunciaban en inglés, las peticiones se presentaban en urdu y las declaraciones se tomaban en urdu también, incluso en los estados hindi parlantes. En Fort Williams, Calcuta, se creó un gran Departamento de Traducciones. Había una gran demanda de traductores.

La contribución de los no musulmanes al crecimiento y desarrollo del urdu no ha sido menos significativa. Raja Ram Narain Mauzun, un contemporáneo de Siraj-ud-Daula, fue el primer poeta que escribía en urdu que levantó su voz contra la Compañía de las Indias Orientales después de la batalla de Plassey (1757). Chander Bhan Brahamin fue uno de los primeros escritores de ghazal en urdu. Master Ramchander, convertido al cristianismo en 1858, fue un gran escritor en urdu que escribió sobre matemática y otros temas afines. El Pandit Ratan Nath Sarahar (1845-1902), autor de Fasana-e-azad, Daya Shankar Naseem (1811-1843) que tradujo Las mil y una noches al urdu, Beni Naarayan que escribió la primera antología bibliográfica de poetas en urdu en 1814, el Pandit Brij Narain Chakbast (1882-1926) cuyo Ramayana todavía se canta con devoción y, finalmente, Munshi Premchand (1880-1936) son algunos de los nombres que no necesitan presentación.

El Soz-e-Watan (1910) fue confiscado por el gobierno británico y los ejemplares fueron quemados en Benarés por contener un elemento patriótico. En la India de la post-independencia tuvimos a Firaq Gorakhpuri, un gran poeta, a Krishan Chander, un gran novelista y escritor de cuentos, a Rajinder Singh Bedi, un escritor de ficción conocido por sus escritos progresistas y por hacer hincapié en temas rurales y a Fikr Tausvi, el más grande escritor satírico en lengua urdu hasta la actualidad. Todos ellos, junto con muchos otros han mantenido muy alta la antorcha del humanismo y secularismo en la vida y en las letras, lo que es el verdadero contenido del urdu.

En la inauguración de una exposición de obras en urdu y la Biblioteca de Idara-e-Tahqiq-e-Urdu de Pama, el 27 de noviembre de 1959, el Dr. Zakir Hussain, el entonces gobernador del estado de Bihar, dijo: «Estoy convencido de que la investigación hará que se reconozca al urdu, no como lengua de una comunidad o una religión, sino como una lengua que ningún gobierno impuso o creó artificialmente con un motivo concreto.

»Es la lengua del pueblo, de la gente normal... es la lengua de faqirs y santos que anhelaban comunicar el amor que inundaba sus corazones a la gente normal. Por ello, el urdu es la lengua del amor y de la tolerancia.»

Escritores, películas, música y otros exponentes de la cultura de la India, han mantenido viva esta tradición.

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