INSTITUTO DE INDOLOGÍA

KÂRTTIKEYA, EL DIOS DE LA GUERRA

Enrique Gallud Jardiel

 

 

Kârttikeya es el mayor de los hijos de Shiva y de Pârvatî. Se casó con Chandravalî, hija del dios Vishnu, y también con Devanî, hija de Indra. Es el dios de la guerra y el comandante del el ejército del dios Shiva. Pero al mismo tiempo es el dios que guía la evolución religiosa de los devotos y la transformación de los impulsos en conocimiento espiritual.

          La historia de su nacimiento es la siguiente: algunos rishi o sabios védicos a quienes un daitya o demonio gigantesco molestaba, pidieron al dios Shiva que les diese un defensor. El dios, abriendo su tercer ojo, hundió su poderosa mirada en un lago, del que surgieron seis niños, que fueron criados por las krittikâ o Pléyades, de donde le viene el nombre de Kârttikeya (“hijo de las krittikâ”) y el de Shasthîmâtriya (“el de las seis madres”).

          Según otra versión, el dios Shiva derramó su semen en el fuego, del cual surgió su vástago en seis cuerpos. Por esta razón se le denomina también Âgneya (“surgido del fuego”), y Agnikumâra, (“hijo del fuego”). Debido a lo oscuro de su nacimiento, Kârttikeya es conocido también como Guha, (“el misterioso”), ya que la interpretación de su simbolismo y el de su nacimiento revela al adepto los más grandes misterios ocultos.

          Su madre, Pârvatî, queriendo abrazar a los seis niños, los apretó tanto que los fundió en uno, formando un cuerpo con seis cabezas, por lo que también se le conoce como Shadânana o Shatmukha (“de seis rostros”).

          A su mayoría de edad, Kârttikeya venció al gigantesco demonio Târaka, partiéndole en dos. De una de las partes sacó un gallo que colocó en su estandarte y, de la otra, un pavo real, Mayûra, conocido también como Paravâni, al que convirtió en su montura y su símbolo, recibiendo el nombre de Shikhidhvaja (“el que tiene un pavo real por emblema”). Su cabalgadura representa la belleza de la religión. El gallo que porta en su emblema recibe el nombre de Seval y, al igual que el animal despierta a los humanos, esta ave divina es el símbolo del momento del despertar espiritual.

          Se le representa como un hombre amarillo, con seis cabezas y montado sobre su pavo real. Algunas veces es portador en su mano izquierda de un estandarte de victoria. En otras ocasiones lleva un arco en su mano derecha y una flecha en la izquierda. Pero su arma primordial es una lanza, denominada vel, que representa la percepción del espíritu.

          El culto a este hijo de Shiva se encuentra especialmente extendido en el sur de la India, en donde el dios representa asimismo a toda una serie de dioses locales populares. En el estado de Tâmil Nâdû y en Sri Lanka se le conoce como Murugan (“el bello”), a quien se representa armado con una lanza o tridente. También es importante el aspecto de Subrahmanya (“el buen brâhmana”).

          En el estado de Kerala se adora principalmente al dios en su aspecto de Ayyappan, que simboliza el cambio, el desarrollo y el éxito, tanto en los asuntos terrenales como en los espirituales. Según la leyenda, la diablesa Mahishî, de cabeza de búfalo, consiguió de los dioses poderes sobrenaturales y sólo podía ser vencida por un hijo de dos machos. Para acabar con sus iniquidades los dioses Shiva y Vishnu se unieron, tomando éste último una forma femenina. De ellos nació Ayyappan, que fue encontrado por un rey en la orilla de un río. Vivió doce años como heredero suyo, pero el nacimiento del hijo legítimo del rey hizo que la reina quisiese deshacerse de él y le mandase a la selva, para que las fieras le devoraran. Allí Ayyappan encontró a Mahishî y la mató, volviendo luego al palacio montado sobre un tigre y acompañado de leopardos. A partir de aquel momento, el tigre fue su cabalgadura. Se le reverencia principalmente en la colina sagrada de Sabarimalai.

          Otros epítetos del dios, relacionados con su personalidad o sus atributos, son los siguientes: Skanda, (“destrucción”), Bâhuleya (“exuberante”), Kuja o Uravija (“Marte”), Kumâra (“príncipe”), Svâmî (“Señor”), Kshitija (“nacido de la tierra”) y Shaktidhara (“portador de energía”).

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