MIRZA MAZHAR: UN PIONERO DEL SECULARISMO
F. A. Qadri
La idea de una unidad que lo abarcara todo fue propuesta por el emperador mogol Akbar (1556-1605). Sin lugar a dudas, tuvo influencias de la ideología sufí cuando se propuso promover un entendimiento más profundo entre las diferentes religiones de su imperio organizando discusiones de sus representantes y traduciendo al persa las principales obras religiosas y literarias de los hindúes. Con su nieto, Dara Shikoh, el eclecticismo imperial de Akbar tomó la forma de un sincretismo mágico intelectualizado.
Dara Shikoh (1615-59) fue un estudiante interesado en el sufismo que tuvo contacto con los sufis y yoguis hindúes más importantes. Fue discípulo de Sufi Mulla Shah y un escritor prolífico. Llegó a la conclusión de que no había diferencia, excepto la puramente verbal, en la forma en que el vedanta y el Islam intentaban entender la verdad. Ocupa un lugar preeminente entre aquellos que estaban a favor del concepto de la tolerancia universal y que deseaban que el estado debía apoyar tanto a musulmanes como a hindúes y permanecer al margen de la religión. Cuando fue derrotado en la guerra de sucesión, no supuso en absoluto la derrota de la tendencia que representaba.
El siglo dieciocho fue una época con un significado crucial en la historia de la India. Durante este siglo, nuevas tendencias de pensamiento religioso introdujeron un cambio en el medio religioso. El sufismo entró en una fase de gran significado caracterizado por una interpretación nueva de la religión y de las actitudes religiosas. Durante este periodo fue cuando Mirza Mazhar Jan-i Janan (1699-1781) se apartó de las tradiciones anteriores y declaró a los Vedas como libro revelado y a los hindúes Ahl-i Kitab (Pueblo del Libro Sagrado). Hasta entonces ningún pensador religioso musulmán había enunciado tan clara y categóricamente sus ideas.
Mirza Mazhar era hijo de un noble mogol, Mirza Jan, y cuando nació, el emperador Aurangzeb lo llamó Jan-i-Jan. Se dice que el emperador comentó que «puesto que el hijo es la vida misma de su padre, le pongo al recién nacido hijo de Mirza Jart el nombre de Jan-i-Jan». Más tarde, su amor por la poesía y su temperamento romántico lo convertirían en Jan-i-Janan (vida del amado). Su título fue Shams al-Din y Mazhar su nombre de pluma. Entró en la orden sufí Naqshbandi a los dieciocho años de edad y se perfeccionó espiritualmente después de un duro trabajo de tres décadas.
Mirza Mazhar desarrolló su propia rama Shamsiyah Mazhariyah de la orden Naqshbandi. Se concentró en la dirección de su orden que floreció en Delhi y Rohikhand. Al menos 49 de sus sucesores espirituales se conocen por sus nombres. Mirza Mazhar era muy conocido y altamente respetado entre la gente piadosa y estudiosa de Delhi. Era un ordenancista estricto y un hombre de enorme integridad que también sentía gran admiración por la belleza.
Mirza Mazhar también se considera como uno de los cuatro pilares de la poesía en urdu. Su ilustre contemporáneo, Mir Taqi Mir, dijo que era «santo, como un derviche, erudito, perfecto, famoso y una persona incomparable».
Mirza Mazhar fue conocido entre sus contemporáneos por su claridad de pensamiento y expresión, opinión franca y, en ocasiones, por sus llamativas afirmaciones. Sus biógrafos, sin embargo, atribuyen esta cualidad a su mirzaiyat (actitud principesca). A pesar de ser un ordenancista estricto cuando ponía en práctica el derecho canónico, respetaba los sentimientos de las masas.
Muy a menudo Mirza Mazhar recomendaba para trabajos a sus amigos y discípulos, que incluía tanto a musulmanes como a hindúes. También tuvo muchos discípulos hindúes, algunos de los cuales fueron estudiantes de Mirza de poesía persa y urdu. Dos de sus discípulos, Basawan Lal Bedar y Kishan Chandra Majruh, fueron poetas famosos. Se ha conservado una carta suya de recomendación para que le dieran trabajo a Braj Lal, uno de sus discípulos hindúes. Mirza Mazhar se siente muy emotivo sobre el prestigio y la dignidad de sus discípulos hindúes. En una ocasión, censuró a Najib al-Daulah por pedirle a un hindú que abandonara la reunión de Mirza porque el Nawab quería hablar con él (Mirza) a solas. Cuando le informaron a Mirza Mazhar, reaccionó con las siguientes palabras:
Todos los que vienen aquí (mis amigos), aunque pertenezcan a la comunidad hindú, son mis manos y pies y me ayudan de muchas maneras y cuando el Nawab viene, sólo me hace perder el tiempo.
La visión de Mirza Mazhar sobre hindúes y musulmanes es totalmente diferente de la anterior tradición Naqshbandi. Su estilo es sobrio y realista, a diferencia del estilo elevado que utilizaban sus contemporáneos. Se cree que pudo haber leído las traducciones de los textos religiosos hindúes que se hicieron en la época de Akbar y los escritos y traducciones de Dara Shikoh.
¿Cuál debería ser la actitud musulmana hacia los dioses hindúes? Mirza Mazhar respondió según consta a continuación, en lo que sus biógrafos llaman, así como en la colección de sus cartas, Maktub-i- Chihardahum o epístola decimocuarta.
Los antiguos libros de la India revelan el hecho de que, cuando se creó el género humano, Dios envió un libro llamado Bed (Vedas) en cuatro volúmenes por medio de su agente angélico, Brahma, para guiar al pueblo de la India en sus deberes en este mundo y en el mundo futuro. Los Vedas contenían lo permitido y no permitido por la divinidad, así como narraciones didácticas del pasado y profecías futuras. Basándose en los Vedas, los juristas de la India formularon los principios básicos de sus creencias religiosas. Los mismos llegaron a ser conocidos como Dharmashastra o la ciencia de la creencia religiosa o 'ilm-i Kalam'. La raza humana se dividía en cuatro clases que tenían a los Vedas como guía de su conducta y ética social lo cual llegó a ser conocido como Karmashastra que es similar a la figh, la jurisprudencia islámica.
La ley musulmana consideraba esencial contar con diferentes leyes para épocas diferentes pero los hindúes no abrogaron la ley divina. Así pues, dividieron el tiempo en cuatro periodos llamado Jug (yugas) y sacaron un código de conducta de los Vedas. Las interpolaciones posteriores de eruditos no son fiables. Todas las secciones de hindúes creen en el Dios más elevado, consideran que el mundo fue creado, creen en la destrucción última y en el Día de la Resurrección; también aceptan la responsabilidad de los actos humanos y la recompensa y el castigo. Son expertos en todas las ciencias racionales y tradicionales, en prácticas ascéticas y en el estudio del gnosticismo y del conocimiento interactivo.
Sus santos y eruditos dividen la duración de la vida humana en cuatro partes; la primera se dedica a obtener conocimiento, la segunda en atender a los deberes mundanos y cuidado de los hijos, la tercera a la autopurificación y mejora espiritual y la cuarta está relacionada con la ruptura de todas las conexiones de este mundo y con la vida retirada y el ascetismo. La última, el ideal más elevado de la vida humana, era necesaria para conseguir la total emancipación.
Los comentarios de Mirza Mazhar sobre los Vedas y la religión hindú fueron bien acogidos por muchos. Mientras que su contemporáneo más joven, Shah Abd al-Aziz (fallecido en 1824) consideraba a Krishna entre los protegidos de Dios (Wali Allah), su propio sucesor espiritual, Shah Ghulam Ali (fallecido en 1825) sentía una admiración considerable por las formas de oraciones y ejercicios yóguicos hindúes.
Los comentarios de Mirza Mazhar sobre hindúes e hinduismo han sido significativos a lo largo de toda la historia y, en la actualidad, son todavía más relevantes. Se necesita que estos ideales cuenten con una mejor apreciación y así proporcionen una roca firme y sólida para la integración nacional y emocional de todo el pueblo de la India.
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